LA DIVISION DE PODERES EN PINAMAR, EN PELIGRO?

Para todo Departamento Ejecutivo, fué, es y será una tentación tener un Cuerpo Deliberativo, que no sirva, dentro de sus tareas, solo para controlar a aquel sino ejercer una función de "escribanía" de las ocurrencias del Ejecutivo. Esto ocurrió en varias oportunidades en Pinamar, se dió durante varias gestiones de Altieri, se repitió en la de Muriale y en casos puntuales en la actualidad, es decir en la gestión Yeza (cambiando de aliados según la ocasión).
Pero esto significa mucho riesgo, hay que "trabajar" mucho en el Concejo cuando se quiere "sacar" un fallo a favor, y a veces los "gestores" pueden fallar.
Entonces que mejor que cambiar el formato del Concejo y dejar a los concejales aislados de su propia tropa u obligarlos a repartirse sus ingresos legítimos (3 sueldos categoria 12, según la L:O:M:), entre varios, hasta obligar o "convencer" a algunos que cambien su voto.
Se encuentra en la mesa de trabajo quitar de un plumazo de la integración del HCD a los secretarios de bloque y a los secretarios legislativos (ambos con tareas remuneradas), y darles como apoyatura a cada concejal un empleado de la planta permanente municipal. Es decir el concejal "debería" intercambiar opiniones con personas no afines a su pensamiento, pero en el mientras tanto el Ejecutivo estaría al tanto de los entretelones que se producen el el H.C.D.
Para lograr esto el Ejecutivo debería lograr que el Reglamento Interno del H.C.D. se derogara total o parcialmente, pues en sus artículos 27 y 28 dice textualmente lo siguiente:

Lo más triste de todo esto es que esta "idea" cuenta con el apoyo del interbloque cambiemos en su totalidad. Que lejos estamos de aquellos tiempos que algunos concejales que hoy integran este bloque reclamaban transparencia en las acciones.

Cuando en la elección del año pasado, el resultado de las mismas expresaba que la voluntad popular no quería una fuerza dominante dentro del Cuerpo Deliberativo, al mismo tiempo deseaba que el consenso fuese el común denominador de las acciones de los ediles, tratando que en el intercambio de ideas las propuestas se enriquecieran con una sola finalidad: "el beneficio del pueblo pinamarense".

Todavía se está a tiempo de dejar de lado "los pensamientos únicos" y trabajar todos juntos por Pinamar.

Si el motivo de todo lo expuesto puede ser un ahorro del presupuesto, también sería bueno que se controlasen los ingresos que se dan en otras áreas de la administración pinamarense.